No pudo ser. El Iberostar Tenerife acarició este mediodía la machada en su visita a Badalona, pero acabó cediendo en la recta final ante un FIATC Joventut (88-85), que se vio por momentos contra las cuerdas pero acabó explotando el factor cancha para sumar una victoria que le concede además el pase virtual a la Copa del Rey.

No es casualidad la clasificación de los catalanes, encaramados por méritos propios en posiciones de privilegio en la tabla. Un Savané inmenso bajo tablero, con varios tapones providenciales y lo mucho y bien que apretó el público verdinegro cuando más caliente andaba al partido condenaron a un equipo, el tinerfeño, que no obstante dio siempre la cara y salió con la cabeza bien alta de una de las plazas históricas de la ACB.

Más allá del resultado, ambos equipos ofrecieron un partido de lo más intenso, tremendamente vistoso y sólo al alcance de dos propuestas tan valientes como las de Salva Maldonado y Alejandro Martínez. Nació alborotado el partido, con los dos bandos a tumba abierta, sin complejos e imprimiendo un alto ritmo anotador.

Jugó bien de entrada sus bazas el equipo aurinegro (5-11, 3') que repartió tareas en ataque (los cinco jugadores que salieron de inicio ya habían anotado en el minuto 6) y contó ya con los servicios de Saúl Blanco, de vuelta tras su lesión. Sin embargo, el Joventut no fue menos y comenzó a explotar la que está siendo sin duda una de sus mejores armas este curso: el triple (7/12 al descanso).

Con Vidal bien sujeto, el equipo anfitrión aprovechó los triples abiertos de Goran Suton y Álex Suárez y las penetraciones de Mallet para mantener el pulso ante un Iberostar Tenerife cada vez más irreverente con el paso de los minutos. No se echaron atrás los visitantes, ni siquiera cuando la Penya se puso por delante (30-25, 9').

Los buenos minutos de Fotis Lampropoulos saliendo desde el banquillo (17 de valoración en menos de nueve minutos) dieron un aire de frescura a un Canarias, que jugó fluido, cerró bien el rebote y corrió desde que pudo para sembrar la incertidumbre en el Olimpic y desatar el espectáculo (40-45, 16').

El choque creció luego menos alegre en ataque tras el descanso, pero aún más intenso si cabe. El grupo de Maldonando endureció su defensa y las dos zonas se convirtieron en territorio comanche. Pese a todo, el conjunto aurinegro no le perdió nunca la cara al partido, ni siquiera cuando un arreón local al final del tercer cuarto y principio del último les colocó diez arriba en el electrónico (74-64, 31').

Un 0-12 de parcial, con triples de por medio de Beirán y Úriz, y varias acciones de mérito de Sekulic en la pintura tras buenas penetraciones de Blanco, aumentaron de manera definitiva el suspense en un partido que encaraba su epílogo (76-78, 35') en un bonito cara a cara. Aguantó el Canarias la embestida local y apuró sus opciones, incluso cuando el Olimpic, totalmente volcado por la causa, apretaba lo suyo.

Con el partido en el alambre, Savané cerró el grifo en su zona y se sacó varios tapones de la manga, claves ante un Iberostar Tenerife, que se dejaba además algún tiro libre por el camino. El intercambio de golpes desembocó en dos minutos finales de infarto. Los de Martínez tuvieron varias posesiones incluso para igualar con tres abajo, pero unas veces los errores en el triple y otras la fortaleza defensiva de Sitapha evitaron la victoria aurinegra.

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